viernes, 18 de noviembre de 2016





Oración


Habrá un albur o un deja vu al final de la tarde
justo en el lugar que ocupaban tus nalgas esta madrugada
un rastro de saliva derramada antes del adiós
que imponen las jornadas laborales
habrán los rastros tintos de la uva
en las copas  terminales que nos llevaron al sueño.
Habrá un café de cara a la ventana
esperando ver de nuevo tus sandalias descalzadas
en el mismo sitio de la resaca y los ceniceros repletos
y tiene que haber un resumen (es necesario)
en catorce versos de la gloria encontrada
algo que nombre la soledad que hemos sepultado
los caminos tortuosos que dieron al edén
y a esta calma caudalosa del amor con mayúsculas.

lunes, 1 de febrero de 2016

Escrito Automático


De esas raras escrituras que van saliendo de los dedos hacia las teclas sin que parezca mediar pensamiento alguno, como si estuvieran escritas ya en algún sitio recóndito y de repente están allí como un relámpago...



Escrito automático
El poeta ejecuta un ritual, que confirma por ausencia las reglas de la manada, bebe en el pozo del pecado sonriendo,  come en la mesa del hastío donde otros celebran, celebra pues, donde otros se persignan. El poeta ha dejado un reguero de semen que ya casi ha convertido en signo. El poeta firma pasquines flamígeros, se esconde detrás de sus botellas, desdeña los manuales de instrucciones, aborda navíos agrietados, se explica en breves columnas de humo, a ráfagas de silencio, con los puños cerrados.
El poeta nombra de un plumazo, el asfalto iridiscente de callejones perdidos, la luz tenue de farolas grasientas, el olor valle de los cuerpos en descanso después de las cimas madrugadas del vicio, la decadencia casi romántica de las pensiones por hora, los verbos imposibles del aullido, y se da el lujo de nombrarlas tiernamente, con el dejo de nostalgia que siempre tienen los habitantes desterrados de antiguos paraísos.
El poeta se mece en los libros, guarda sus fichas de primeros auxilios, se regocija en la belleza , repite de memoria, para pequeños auditorios, los conjuros inmemoriales de sus ancestros, no le importan apenas, las caras de aburrimiento de las vecinas, los certeros dardos de los académicos, las furiosas fauces de los devotos, sabe que al final de la ruta, siempre hay una muchacha  que espera el disparo de un verso que es suyo.
El poeta se repite en las resacas, florece marchito, sin apenas memoria, pero sabe el punto en que dejó la noche y las glorias pequeñas de la madrugada, silba sin tono panegírico su propia historia y se burla también  de lo que puede.

miércoles, 13 de enero de 2016

Nuestro Héroe




Nuestro Héroe

Atravesado por el lenguaje de los funcionarios,
y las nociones ciegas de la eternidad
así va el héroe de esta historia
sin que le queden siquiera
la piedad de los camellos,
el amor de las putas,
o la ternura febril de los sicarios,
sus metáforas cuando no tratan del silencio,
hablan hasta por los codos
de la piedad química,
de abstractos mercantiles,
y de absurdos perentorios que no riman jamás.

El héroe de esta historia
le atraviesan cada segundo
los maníacos tropos de los publicistas
los ideogramas satánicos de los políticos
la cacofonía de los vendedores de biblias
y sin embargo
en el caudal de sus deseos
sólo nadan sueños que no tienen precio.

 Nuestro héroe ha sido diagnosticado
varias veces
por cruzar la línea sagrada de lo razonable
dual le han dicho, también compulsivo,
pero él sabe que la verdad tiene al menos 14 dioptrías
y además es improbable que halle sitio en un molde.

El héroe de esta historia
ha sido expulsado de colegios,
de foros filatélicos,
de cenáculos artísticos,
de partidos políticos
y juntas de condominio
por lo cual ha dicho
que es posible una especie de orgullo.

Este héroe postmoderno
no se come las uñas,
evita todo lo que puede las barberías
se exime de las cenas familiares
de los mercadillos artesanales
de los besos mercenarios
y las pasiones con sueldo.

El héroe siempre queda de espaldas,
cae de culo, suena ridículo
acaricia el espacio detrás de sus rodillas
con un roce ilegitimo
casca nueces sin hacer ruido
casi en silencio va mostrando el camino.